Se trata de una posición de manos, para cargar un objeto de energía.
Se colocan las palmas hacia abajo, sobre el objeto a cargar, formándo un triángulo, juntando los pulgares por un lado, y los dos índices con el resto de dedos junto a ellos (tal y como suelen ponerse como símbolo de las antiabortistas, para entendernos).
Se enfoca el objeto en el interior del tríángulo, cargándolo con la energía mental y/o palabras rituales que decidais.