Zugarramurdi rescata a sus brujas

El Día de la Bruja convierte las cuevas de la localidad en marco de expresión cultural, como anticipo del programa especial de 2010, ideado para celebrar el cuarto centenario del auto de la Inquisición- Unos carteles, con grafía rústica, escritos en castellano, francés y euskera, informaron de las casas de las brujas
NATXO GUTIÉRREZ . ZUGARRAMURDI. Domingo, 22 de junio de 2008 - 04:00 h.ZUGARRAMURDI rescató ayer de su memoria histórica el auto condenatorio promulgado en 1610 por la Inquisición contra mujeres acusadas de brujería. Lo hizo en un ámbito propicio, como son sus emblemáticas cuevas, convertidas ayer -Día de la Bruja- en centro de celebración cultural y festiva, con una programación variopinta que incluyó desde una feria hasta animación de calle, acrobacias, malabares, cuenta cuentos y una representación de un "Akelarre".
•EL DÍA DE LA BRUJA

Para no pocos visitantes, el clima fresco de las cuevas fue acogido por una bendición del cielo en un día de sol plomizo, que sirvió de amparo a los organizadores del evento -Ayuntamiento, Akelarre Elkartea y Museo de las Brujas- para extender, de forma metafórica, el poder cautivador de las brujas sobre lugareños y foráneos. En su intento de dar realce a un día especial, que sucede a las "Gau-pasas" o noches prolongadas de fiesta organizadas hasta hace tres años-, los promotores se esforzaron en aportar ornamentos al decorado urbano con los que acentuar el carácter rural de antaño. Una "alfombra" de hierba desperdigada, flanqueada por aperos en desuso, cubrió los aledaños del Museo de la Brujería, inaugurado a finales de julio del año pasado. Unos carteles con grafía rústica, escritos en castellano, francés y euskera, presentaron las casas habitadas por alguna de las cuarenta brujas procesadas en el siglo XVII. Con la implicación de los más de 200 vecinos de Zugarramurdi en el desempeño de diferentes tareas, el primer Día de la Bruja sondeó la respuesta pública con la mirada puesta de sus organizadores en el año 2010. Será entonces cuando, coincidiendo con el cuarto centenario del Auto de Fe, la localidad fronteriza ofrezca un programa especial.

Las cuevas, ya de por sí emblemáticas de la historia local, ocuparán un lugar central en el desarrollo de la propuesta recreativa como marco de escenificación de actuaciones estelares. En su preparación está ya inmerso el vecindario, al punto de inaugurar en un plazo relativamente corto una oficina de uso exclusivo para la organización de la efemérides, como expone el concejal de Cultura, Gonzalo Garmendia Bedialanueta. La propia experiencia de años pasados, con las cuevas como escaparate de un espectáculo musical de la Quincena de San Sebastián, es presentado como un ejemplo y garantía de celebración del ideal deseado. El cuarto centenario supondrá además un espaldarazo en el creciente efecto cautivador que Zugarramurdi ha logrado en estos años con las cuevas y el Museo de la Brujería. Baste mencionar que en sólo cinco meses visitaron el museo más de 10.000 personas.

*fuente: www.diariodenavarra.es