Esta roca metamórfica de color verde y vetas rojas posee virtudes que favorecen el equilibrio emocional. Potencia a través de la meditación la apertura del chacra corazón. Esta piedra favorece el renacimiento espiritual y nos permite desprendernos de viejos patrones que nos impiden vivir en libertad. Equilibra la falta de hierro en la sangre. Ayuda a concretar y meditar.Asimismo, es eficaz para combatir estados depresivos y de melancolía, porque sus vibraciones son energizantes y al mismo tiempo aportan bienestar y una perspectiva de la vida más optimista. En terapia, se utiliza como complemento con otros cristales porque tiene la capacidad de potenciar las visualizaciones, tan útiles en muchos de los ejercicios terapéuticos. Es una buena aliada en los tratamientos de trastornos circulatorios, taquicardia o palpitaciones; también en disfunciones sexuales.
Color: Verde con pequeñas zonas de color rosa melocotón.
Procedencia: Sudáfrica
Rareza: Fácil de conseguir
Chakras asociados: Plexo Solar, Corazón, Glándula Timo (octava superior del corazón)
Afinidad con los Signos Zodiacales: Todos
Descripción: Lleva el amor de uno mismo hacia la correcta nutrición y cuidado del cuerpo físico. Aumenta las autodefensas del organismo y es especialmente indicada para dolencias crónicas, resfriados, alergias e infecciones víricas.
Ampliación: Conocida como Epidota feldespato, es una mezcla de ambos minerales.
Espiritualmente: Favorece la recuperación de vivencias dolorosas o de haber sufrido cargas; ayuda a no exigirnos demasiado.
Corporalmente: Fomenta la recuperación de enfermedades, sobre todo cuando el organismo se encuentra frágil o resentido. Fortalece el hígado y la vesícula.
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